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Abengoa y la innovación

 

La innovación en Abengoa

El modelo de crecimiento de Abengoa está basado en el liderazgo tecnológico que, gracias a una firme apuesta por la I+D+i, le permite generar valor con nuevos productos y procesos, así como mejorar los que ya se encuentran en el mercado, lo que le otorga una ventaja competitiva. La generación y puesta en valor del conocimiento han resultado fundamentales en el liderazgo de Abengoa en lo que se refiere al desarrollo de las nuevas tecnologías y de los procesos y conocimientos orientados a proporcionar soluciones tecnológicas innovadoras, respetuosas con el medioambiente, que generan valor a medio y largo plazo y que constituyen una fuente de ventajas competitivas.
 

En Abengoa, la mayor parte de la inversión dedicada a I+D+i se emplea en investigación aplicada y en desarrollo de la innovación tecnológica, que constituyen los objetivos estratégicos de la compañía.
 

La inversión en I+D+i de Abengoa en 2011 ha sido de 90,6 M€, un 30,8 % más que el año anterior, lo que supone aproximadamente el 1,4 % de sus ventas y sitúa la tendencia anual de crecimiento de dicha inversión en el 12 %. De cualquier modo, esta cifra no contempla la inversión en innovación, más difícil de cuantificar, pero de gran relevancia para la compañía.
 

La siguiente tabla muestra la evolución, por sectores, de la inversión en I+D de Abengoa durante los últimos años.

La gestión de la innovación en Abengoa se encuadra dentro de la estrategia de cada grupo de negocio, formalizada en sus tres horizontes, donde se definen uno o varios programas de I+D+i orientados al desarrollo de nuevos productos y procesos o a la innovación de los existentes. Los programas de I+D tienen carácter general y están asociados a una línea estratégica de desarrollo.

La apuesta de Abengoa por la innovación conlleva el compromiso con una serie de medidas, unas ya en marcha y otras en proceso:

  •  El plan estratégico a 10 años, que determina la actividad de I+D+i en los próximos años y que presenta unos objetivos de avance tecnológico bien definidos en materia y plazos y ligados a los tres horizontes de McKinsey.
  • Valoración de la I+D: valoración en términos económicos para el seguimiento de su rentabilidad y trazabilidad.
  • Personal de I+D altamente cualificado cuyo perfil se adapta a estas nuevas exigencias.
  • Incremento significativo del presupuesto de I+D+i, reservando partidas a proyectos altamente innovadores.