El cambio climático es una realidad científica indudable, causada por la actividad humana. Por ello, en el Protocolo de Kioto se fijó como objetivo reducir en un 5%, antes de 2012, las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que los países desarrollados tenían en 1990.

Los de GEI tienen relación con la actividad industrial. Por eso son los países con mayor nivel de industrialización los que tienen más emisiones. Para reducirlas, sin afectar al PIB, es necesario, entre otras cuestiones, desarrollar tecnologías industriales limpias, sustituir el consumo de energías fósiles por renovables, y modificar los hábitos de consumo de los ciudadanos. Este es un reto no sólo para los gobiernos, sino también para las empresas y los ciudadanos.

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Foto realizada por Si Liu, de Telvent, para el I Concurso de Fotografía de Abengoa sobre Desarrollo Sostenible

La Agenda21 de las Naciones Unidas establece el marco de actuación para hacer frente a los retos del nuevo siglo, mediante la integración del desarrollo con el medioambiente

El papel de las empresas en la lucha contra el cambio climático se sintetiza en la gestión de una producción limpia y en la promoción del emprendimiento responsable, y se implementa en diversas acciones:

  • Gestión del conocimiento de las propias emisiones: contabilidad y balance de las mismas, con trazado de los diferentes ‘inputs’.
  • Plan de reducción y minimización de las emisiones, de las materias primas e ‘inputs’ empleados, y de los residuos y vertidos mediante una gestión adecuada de los mismos.
  • Etiquetado de los productos.
  • Análisis de los ciclos de vida de los productos y negocios, con evaluaciones del potencial de mejora.
  • Innovación.
  • Alineación de los nuevos negocios con el desarrollo sostenible.
  • De forma voluntaria, la empresa puede convertirse en un emisor neutro, comprando fondos de carbono que compensen su balance de emisiones.

En coherencia con lo anterior, Abengoa inició en 2008 el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero de sus actividades en todo el mundo para tener un conocimiento exhaustivo de las emisiones de GEI en cada actividad de la compañía, directas e indirectas; evaluar su situación, e identificar opciones de mejora.

La contabilidad de emisiones de Abengoa es pionera por la inclusión en el inventario de las emisiones derivadas de los bienes y servicios adquiridos para la realización de sus actividades. Los proveedores de Abengoa, en un número que sobrepasa ya los 14 000, han unido su compromiso al de la compañía y contabilizan sus emisiones para reportarlas junto a cada factura emitida a todas las sociedades de Abengoa en el mundo. De esta forma, no sólo obtiene Abengoa una contabilidad global y exhaustiva de sus emisiones, incorporando el alcance 3 del GHG Protocol, sino que impulsa el compromiso empresarial con las políticas mas avanzadas contra el cambio climático y sus efectos.

Los resultados del inventario GEI de Abengoa 2009 constituyen, por tanto, una radiografía completa de los gases de efecto invernadero de su actividad, estructurada por alcances y fuentes, diferenciando e incluyendo las emisiones procedentes de operaciones con biomasa, y comunicada públicamente para reflejo y comparación con otras compañías que sitúen las políticas de cambio climático en el núcleo de su actividad y de sus intereses.

Así pues, el inventario permitirá a Abengoa dos desarrollos en los que ya está inmersa: establecer con rigor objetivos de reducción para disminuir su huella de carbono y etiquetar sus productos ofreciendo una información fiable, contrastada y verificada a la sociedad y al mercado. Ambos desarrollos se irán publicando a lo largo del año 2010.

tabla de emisiones de gases de efecto invernadero