Uno de los principales objetivos de la Fundación es la promoción de la cultura en sus diversas manifestaciones artísticas y científicas, atendiendo primordialmente a la conservación, difusión y desarrollo del patrimonio histórico y cultural de Sevilla —ciudad donde se encuentra ubicada la sede de Abengoa y de la Fundación— y a su proyección internacional.
El Hospital de los Venerables, sede de la Fundación, está enclavado en el corazón del emblemático barrio de Santa Cruz de Sevilla, y constituye hoy día una de las edificaciones conservadas casi en su totalidad más interesantes de la arquitectura barroca sevillana de la segunda mitad del siglo XVII.
En el año 1987 firmaron un acuerdo el arzobispo de Sevilla, la Hermandad de los Venerables y la Fundación Focus-Abengoa para que esta última tuviera sede en él.
El compromiso responsabiliza a la Fundación, desde 1991, de la restauración y acondicionamiento del inmueble. Focus-Abengoa, consciente del valor y significado del edificio, siempre ha procurado respetar su disposición y contenido. Con la recuperación del mismo se ha pretendido devolver a la sociedad española una obra de arte que sirva de marco al desarrollo de importantes actividades culturales y educativas.
La colección está formada por 191 obras y es fruto del desarrollo de las actividades de la Fundación, entre las que se encuentran el premio de pintura, las exposiciones monográficas promovidas de sobresalientes figuras del panorama artístico actual, varias adquisiciones propias y algunas donaciones.
Antonio López «Membrillero», 1990, óleo sobre lienzo
Esta agrupación de obras de arte presenta una variedad de estilos, escuelas y círculos muy diversos, desde la rigurosa objetividad más o menos teñida de lirismo, hasta la máxima abstracción geométrica, pasando por el expresionismo dramático o abstracto. En definitiva, todas las tendencias de la pintura de la segunda mitad del siglo XX están representadas con más o menos ambición y acierto.
Cada año, el fondo de esta colección se engrosa con las obras premiadas del premio de pintura, y con algunas adquisiciones de entre las obras seleccionadas en dicho premio.
Desde el mes de septiembre del 2009, gran parte de la colección de pintura y obra gráfica contemporánea ha quedado integrada en Campus Palmas Altas, nueva sede de Abengoa.
El Centro de Investigación Diego Velázquez fue creado con motivo de la adquisición del lienzo de «Santa Rufina» por la Fundación Focus-Abengoa para la ciudad de Sevilla, y responde a la necesidad de contar con un lugar para investigar, divulgar y reflexionar en torno a los antecedentes y consecuentes de la obra del pintor sevillano. Hasta la fecha, la representación de su pintura y su legado era insuficiente, y para intentar paliar esta carencia la Fundación Focus-Abengoa y el Ayuntamiento de Sevilla creyeron conveniente aunar sus esfuerzos con un propósito común en el que la máxima beneficiada sea la propia urbe en la que comenzó a formarse.
Desde que se inaugurara en 2008 la Colección Permanente del Centro Velázquez, la Fundación no ha cesado en su empeño de investigar, difundir y reflexionar sobre la obra del pintor sevillano. Dentro del marco de actividades cabe destacar las conferencias organizadas en torno a obras que forman esta muestra permanente. En esta ocasión, el simposio celebrado en el mes de mayo del 2009 giró en torno a la obra «Vista de Sevilla», anónimo del XVII, en el que se ha tratado la importancia del lienzo desde el punto de vista histórico, urbano, artístico, estético, social, literario y antropológico.
Son 16 obras maestras las que componen la exposición, todas ellas escogidas con una clara intencionalidad didáctica y científica, y provenientes de distintas instituciones como el Museo del Prado, el Arzobispado de Sevilla, el Museo de Bellas Artes de Asturias, la Fundación Selgas Fagalde, el Ayuntamiento de Sevilla, o colecciones particulares y otras pertenecen a la Fundación Focus-Abengoa.
En el año 2009, la Fundación Focus-Abengoa ha incorporado a la Colección Permanente del Centro Velázquez dos obras maestras del pintor sevillano: la «Inmaculada Concepción», atribuida por unos a Alonso Cano y por otros a Diego Velázquez, y «Santa Catalina», de Murillo.
Estudiantes de las universidades de Sevilla y licenciados en Historia del Arte colaboran efectuando visitas guiadas a colegios, institutos, centros de mayores, etc.
Estas visitas forman parte de la política de Focus-Abengoa de promocionar la cultura dentro del ámbito sevillano, ofreciéndoles una oportunidad única de formación y experiencia laboral.
Para el público escolar se ha elaborado un material didáctico específico, adaptado a las distintas etapas de la enseñanza. Las actividades permiten un acercamiento y una mejor comprensión de la historia del arte y pueden descargarse directamente desde la página web de la Fundación.
El compromiso de la Fundación Focus-Abengoa con la cultura y el patrimonio artístico le ha llevado a desarrollar el proyecto El rescate de la Bética romana, cuyo objetivo es investigar y divulgar el patrimonio arqueológico andaluz, desde tres perspectivas diferentes pero complementarias: la publicación de la trilogía Arte romano de la Bética; el proyecto de investigación arqueológico sobre los yacimientos romanos ubicados en Sanlúcar La Mayor, donde Abengoa ha construido la plataforma solar, y la exposición El rescate de la Antigüedad clásica en Andalucía, que se clausuró el 28 de febrero de 2009. La muestra estuvo comisariada por los profesores de Arqueología de la Universidad de Sevilla, Fernando Amores Carredano y José Beltrán Fortes; el historiador y artista Juan F. Lacomba, y Alfonso E. Pérez Sánchez, director honorario del Museo del Prado y miembro de la Real Academia de la Historia. Más de 25 000 personas visitaron la muestra y tuvieron la oportunidad de contemplar obras maestras de la escultura romana andaluza, como la Venus de Itálica (siglo II d.C), el Efebo de Antequera (siglo I d.C.), o el Relieve de la Batalla de Actium, entre otras.
Una vez terminada la restauración de la actual sede, el patrimonio bibliográfico atesorado por la Fundación desde que en 1981 se creara la Biblioteca de Tema Sevillano quedó instalado en los locales que antes fueran refectorio y sala capitular del Hospital de los Venerables. Allí se conservan más de seis mil títulos, cuya cronología abarca desde el siglo XVI hasta nuestros días, con un elemento común: su relación con la historia de Sevilla y su reino, y la autoría sevillana. Cada año continúa el proceso de enriquecimiento del fondo mediante nuevas adquisiciones de documentos y libros. La biblioteca, abierta a investigadores y estudiosos, amplió el acceso a todos los volúmenes a través de la aplicación Biblio 3000 en Internet, que permite transmitir y difundir este patrimonio cultural vivo.
La Fundación, que ya contaba desde su creación en 1982 con un gran número de grabados, decidió que este delicado patrimonio del arte gráfico contara con unas instalaciones que garantizasen tanto su conservación como su utilización con fines científicos. Por ello, y consciente del interés de las estampas, no dudó en 1996 en solicitar colaboración del entonces director de la Calcografía Nacional, Juan Carrete Parrondo, quien en unión con Jesusa Vega y de Gloria Solache, llevaron a cabo una tarea científica de conservación, montaje en carpetas y catalogación de los cerca de trescientos grabados reunidos por Focus-Abengoa.
El 11 de febrero de 2009 la Fundación Focus-Abengoa presentó en Sevilla la obra «Inmaculada Concepción», atribuida a Alonso Cano, por el profesor Alfonso E. Pérez Sánchez, y a Diego de Velázquez, por el profesor Jonathan Brown, para su integración en el «Centro de Investigación Diego Velázquez».
La primera noticia que se tiene de «Inmaculada», antes de que apareciera en el mercado artístico londinense el 6 de julio de 1994, data de cuatro años antes, el 22 de junio de 1990, cuando apareció en manos de los commissaires-priseurs Ader Picard Tajan, con motivo de la subasta celebrada en el Hotel George V de París.
Desde que salió a la luz la prensa escrita recogió una serie de declaraciones de diferentes expertos inclinándose a favor o en contra de su autoría. La voz que con mayor autoridad negó la atribución a Velázquez fue la del profesor Alfonso E. Pérez Sánchez, quien reconocía la importancia de la obra y la asignaba, sin duda para él, al pintor Alonso Cano, condiscípulo de Velázquez.
En declaraciones al diario «El País» el 9 junio de 1994 decía: «Velázquez y Cano fueron discípulos de Pacheco al mismo tiempo en Sevilla y este cuadro ha sido indudablemente pintado en ese taller y en esa época. Los dos entonces jóvenes pintores compartían hasta el mismo bote de pintura y los mismos pinceles. Pero yo estoy convencido de que esta Inmaculada Concepción fue pintada por Cano porque guarda una estrecha relación en la figura, en la composición y en el colorido con las otras Inmaculadas Concepciones que pintó Cano a lo largo de su vida, e incluso con sus esculturas del mismo tema, más que con las que hizo Velázquez». Estas declaraciones se verían años después desarrolladas por el autor en el artículo científico: «Novedades Velazqueñas», en Archivo Español de Arte, 288, 1999, pp. 386-390, fig. 13, donde demostraba la atribución de la obra al pintor Alonso Cano.
Por otro lado, el profesor Jonathan Brown se inclinaba a aceptar la autoría de un joven Velázquez. Según él, la pintó en Sevilla en sus años de formación entre 1616 y 1618: «Es una obra auténtica de Velázquez y no veo a Alonso Cano», declaraciones a «El País» del 9 junio de 1994. El profesor Brown no ha llegado nunca a publicar en un ámbito científico sus conclusiones al respecto. Por otra parte, el propio Pérez Sánchez ha reconocido siempre la importancia de la pintura independientemente de su atribución diciendo: «Es una pintura que podía interesar al Prado porque representa un engranaje entre dos épocas y dos pintores claves de la pintura española».
Dada la importancia de la obra y su calidad, además de los razonamientos de unos y otros historiadores, es indudable que «Inmaculada» encaja en los fines y propósitos del Centro de Investigación Diego Velázquez. Las razones son las siguientes:
Pérez Sánchez razonaba en 1997 su convencimiento de que era una obra clave en Sevilla, en la formación de Cano y Velázquez con Pacheco por el tratamiento de la silueta —de severa verticalidad en la de Velázquez, y de acusada forma fusiforme en Cano— con un tratamiento de los paños y de la disposición de las manos que pervive a lo largo de toda su carrera y que es, curiosamente, lo que le acerca a Francisco de Herrera, el Viejo, que usó también semejantes siluetas, en alguna de sus Inmaculadas Concepciones.
En cuanto a la procedencia de la obra, es probable que proceda de la colección del Deán de la Catedral de Sevilla López Cepero (1778-1858), en cuyo inventario de su colección se citan dos obras de Velázquez: «Imposición de la casulla a san Ildefonso», y con el número 172 se recoge «La Concepción», que no es la de la National Gallery de Londres, procedente del Carmen Calzado, puesto que ya había sido vendida años antes en 1809-1810 junto a «San Juan en Patmos», a Bartholomew Frere ministro plenipotenciario de Inglaterra.
No es improbable que el inventario del Deán López Cepero se refiera al cuadro ahora adquirido, rescatado para la ciudad donde se pintó. Como refuerzo de esta teoría, podemos decir que más adelante, en la descripción y tasación de los cuadros del Deán, se vuelven a hermanar estas dos obras, juntas a partir de ahora en el «Centro Velázquez», de la siguiente forma: «118. Un cuadro de dos varas de alto y 1 vara y ½ de ancho, original del buen tiempo de Velázquez, también ha padecido algo, representa a nuestra Señora. Con un coro de vírgenes dando la casulla a San Ildefonso… 19 000 reales», y con el número 119, «una Concepción del mismo tamaño, con corta diferencia y por el mismo autor, bien conservada… 10 000 reales».
Aquí es donde radica la importancia y trascendencia de su integración en el Centro»: su indudable procedencia sevillana y la inexistencia de elementos de referencia de este periodo fundamental para la historia de la pintura europea.
Benito Navarrete es asesor científico del Centro de Investigación Diego Velázquez.
Uno de los principales objetivos de la Fundación es la promoción de la cultura en sus diversas manifestaciones artísticas y científicas