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A través del plan estratégico de la compañía se han detectado múltiples oportunidades para potenciar el crecimiento de la organización que permitirán seguir generando valor para todos sus accionistas. Pero para desarrollar estas oportunidades es necesario contar con la mayor flexibilidad financiera posible, con la estructura de capital adecuada y estar presentes en los mayores mercados de capital del mundo, de tal forma que Abengoa pueda captar y desarrollar todo el potencial de su plan estratégico.

Abengoa ha desarrollado un modelo de negocio cimentado en una estrategia de crecimiento. En este modelo, la tecnología es el primer paso para generar valor a lo largo de las distintas líneas de negocio y la principal herramienta para continuar perfeccionando las capacidades en ingeniería y seguir desarrollando y liderando los mercados en los que la organización está presente.

Gracias a este modelo la compañía puede ofrecer un amplio catálogo de servicios y productos en los sectores de medioambiente y energía, y ha desarrollado la habilidad para completar proyectos llave en mano bajo un régimen concesional, además de servicios de operación y mantenimiento, añadiendo valor y diversificando el modelo de negocio.

Adicionalmente, Abengoa está intensificando sus esfuerzos para ampliar su presencia internacional y seguir creciendo en nuevos mercados donde poder continuar implementando un modelo de negocio integrado y detectando nuevas oportunidades.

En el 2000 Abengoa comenzó un proceso de transformación marcado por la diversificación a través de la inversión en activos de tipo concesional con objeto de conseguir una mayor recurrencia de los flujos de caja impulsando el crecimiento y la expansión geográfica. El objetivo final de este proceso es hacer de Abengoa una compañía mucho más global, con una mayor recurrencia de ingresos, con menores requerimientos de inversión y con una cartera de activos madura que generará grandes oportunidades de rotación.

Flexibilidad financiera y compromiso a largo plazo

Continuando con la implementación exitosa de la estrategia de la compañía, en 2012 se consiguieron dos objetivos claves.

En un entorno extremadamente complejo la flexibilidad financiera para acceder a los mercados de renta variable o fija resulta esencial. Esto se puede conseguir mediante una optimización del balance, equilibrando la organización del negocio con el origen de su financiación, desarrollando la base de inversores para tener acceso a mercados de capital más estables y profundos, y ,en última estancia, diversificando la estructura de financiación de la compañía hacia una fuente más competitiva y global.

Además, teniendo en cuenta el ciclo de vida del modelo de negocio de Abengoa, su potencial y el apoyo que requieren los planes de I+D de la compañía, es fundamental contar con un accionista estable, comprometido con la estrategia de la organización y que apoye las decisiones de largo plazo.

Para poder desarrollar ambos objetivos el Consejo de Administración acordó el 30 de septiembre de 2012 presentar a los accionistas una propuesta de modificación de la estructura del accionariado mediante un desglose de títulos: cada acción de clase A fue sustituida por una acción de clase A y cuatro de clase B, y cada acción de clase B, de las existentes en dicha fecha, por cinco de clase B.

Una vez efectuado el desglose se abrieron unas ventas de conversión, definidas a lo largo de los próximos cinco años, donde cada accionista decidió, de forma voluntaria, si quería convertir su acción A en una B, y por tanto beneficiarse de un instrumento más liquido, o por el contrario mantener su derecho de voto y conservar su acción A.

Como paso final de este proceso, está previsto que comiencen los trámites para cotizar las acciones B en los mercados español y estadounidense a lo largo del primer trimestre de 2013.

Esta operación, que se ha convertido en un punto de inflexión para Abengoa, es ciertamente relevante desde la perspectiva de gobierno corporativo, ya que se han introducido todas las cláusulas necesarias para asegurar la completa protección del accionista minoritario hasta recaer en él la decisión última de llevar a cabo la operación.

Además, al incrementarse la flexibilidad financiera de la compañía se podrá poner en marcha el plan estratégico en el entorno macroeconómico actual, asegurando así atractivos retornos para los accionistas.

Actualmente, tras el desglose efectuado, el 84 % de las acciones de Abengoa ya lo conforman las de clase B, cuya futura cotización en EEUU, una vez obtenidos todos los permisos, reforzará la visibilidad del negocio de la compañía en el mayor mercado de capitales del mundo, haciendo que la acción de Abengoa sea mucho más accesible a los nuevos inversores.